Patrimonio Mundial

La Cripta de Gaudí fue declarada Patrimoni Mundial por la UNESCO en el 2005

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Patrimonio de la UNESCO

La Cripta de Gaudí fue declarada Patrimonio Mundial por la UNESCO el 15 de julio de 2005. Este reconocimiento se realizó conjuntamente con otras obras del arquitecto Antoni Gaudí: la Casa Vicens, la fachada de la Natividad y la cripta de la Sagrada Familia y la Casa Batlló; que conjuntamente con las primeras obras inscritas en el año 1984, Palau Güell, el Park Güell y la Pedrera, conforman el bien en serie “Obras de Antoni Gaudí” del Patrimonio Mundial.

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Criterios de inscripción

La inscripción conjunta de estas obras se basó en los tres siguientes criterios:

Criterio (i)
La obra de Antoni Gaudí representa una contribución creativa excepcional y destacada al desarrollo de la arquitectura y la construcción de finales del siglo XIX y principios del siglo XX.

Criterio (ii)
La obra de Gaudí representa un importante intercambio de valores estrechamente asociado con las corrientes culturales y artísticas de su tiempo representado por el modernismo catalán. Anticipó e influyó en muchas de las formas y técnicas que han tenido un papel en el desarrollo de la construcción moderna del siglo XX.

Criterio (iv)
La obra de Gaudí presenta muchos ejemplos relevantes de las tipologías de la construcción de la arquitectura pública y residencial de principios del siglo XX, una arquitectura en el desarrollo de la que Gaudí ejerció un genial y determinante papel creativo.

La Convención sobre la protección del patrimonio mundial

La Conferencia General de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, en su 17ª reunión celebrada en París del 17 de octubre al 21 de noviembre de 1972, aprobó la Convención sobre la protección del patrimonio mundial.

La Convención sobre la protección del patrimonio mundial fijó las directrices para la declaración de un bien cultural y/o natural de valor universal excepcional como patrimonio mundial y las obligaciones para su protección, cuidado y salvaguarda para las generaciones actuales y futuras.

España ratificó la Convención sobre la protección del patrimonio mundial el 4 de mayo de 1982.